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¿ATERRADORAS coincidencias o JUEGOS del destino? Asombrosas casualidades de la historia. La número 6 te quitará el sueño.


La historia está llena de extrañas coincidencias, muchas de ellas destacables, sin embargo, hay algunas que más que casualidades, parecen dictadas directamente por la mano del destino, convirtiendo a sus protagonistas en simples peones de lo que pudiera considerarse un juego de ajedrez.

En este artículo te compartimos algunas de las más increíbles coincidencias a través de la historia. Son tan insólitas que cuando termines de leer… ¡te preguntarás si se trata de otra cosa!

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1. Un empleo que tal vez ya tenía “en la mira”
Lee Harvey Oswald, señalado como el asesino del presidente de Estados Unidos en noviembre de 1963, John F. Kennedy, consiguió un trabajo en el Depósito de Libros Escolares, en Dallas, Texas, sólo un mes antes de cometer el homicidio del mandatario… ¡disparándole con una escopeta desde la ventana de ese edificio!
Sólo resta preguntarse ¿qué hubiera ocurrido si no hubiera conseguido el empleo?


2. Por invasores les cayó la maldición… de un invasor
En 1941, el entonces líder de la Unión Soviética (hoy Rusia), Josef Stalin, uno de los tiranos más sanguinarios del siglo XX ordenó a un equipo de arqueólogos abrir la tumba de Tamerlán, el sanguinario conquistador turco-mongol del siglo XIV, y se encontraron con una inscripción que decía: “quien abra mi tumba desatará a un invasor más terrible que yo”. Dos días más tarde, el país fue invadido por las tropas nazis de Aldolf Hilter, otro de los más sanguinarios tiranos de la historia.

3. Perdió la cabeza por la numerología
Cuando el rey Luis XVI de Francia era joven, un astrólogo le advirtió que siempre estuviera en guardia el día 21 de cada mes, ya que eran fechas de peligro para el. ¿Quieres saber qué pasó después? Bueno, el 21 de junio de 1791 fue detenido con su esposa tratando de escapar del país, el 21 de septiembre de 1791 Francia abolió el sistema monárquico y, al final, el 21 de enero de 1793 el rey fue ejecutado en la guillotina.

4. No se puede confiar en ella, las máquinas no tienen palabra
En 1835 Richard Lawrence intentó asesinar al séptimo presidente de Estados Unidos, Andrew Jackson, pero aunque le disparó en dos ocasiones, con pistolas diferentes, éstas no funcionaron. El fallido magnicida fue detenido de inmediato, pero lo que dejó asombrados a todos es que cuando la policía probó sus armas ambas mostraron un perfecto funcionamiento.


5. Las víctimas llegaron como en “entrega inmediata”
En 1914, el nacionalista serbo-bosnio Gavrilo Princip, era parte de un grupo de siete conspiradores que planeaban asesinar a Franz Ferdinand, archiduque de Austria, durante la visita de éste a Yugoslavia. Sin embargo, durante el recorrido que el archiduque, su esposa y miembros del gobierno yugoslavo realizaban por las calles de Sarajevo, unos conspiradores se acobardaron y otros fallaron en sus intentos de homicidio. Más tarde, cuando parecía que el plan había fracasado, el chofer del auto de Franz Ferdinand equivocó la ruta y pasó frente al restaurante donde se encontraba Gavrilo Princip, quien aprovechó una falla en el vehículo para disparar y dar muerte al archiduque y su esposa.

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¿El resultado? La muerte de ambos, que desató la Primera Guerra Mundial.

6. La muerte viaja sobre ruedas
El famoso "Little Bastard", el Porsche 550 Spyder del actor James Dean, no sólo ocasionó la muerte del llamado “rebelde sin causa” en 1995 (bueno, el exceso de velocidad también tuvo algo qué ver), sino que a lo largo de los años dejó toda una estela de víctimas: su motor se deslizó y rompió las piernas de un mecánico tras el percance; un médico que instaló el motor del Porsche en su coche de carreras falleció en un accidente y, por último, el auto se cayó de una tarima durante una exposición y rompió la cadera de una chica.



7. Salvación y asesinato… todo queda en familia
Robert Todd Lincoln, hijo del presidente de Estados Unidos, Abraham Lincoln, fue salvado de ser atropellado por un tren por el actor de teatro Edwin Booth, hecho que tuvo lugar entre 1863 y 1864. Sin embargo, en 1865, el también actor John Wilkes Booth, hermano de este buen samaritano, asesinó al aún presidente Abraham Lincoln, mientras este disfrutaba de una obra de teatro.

8. Juntos llegaron y juntos se fueron
Como muchos saben, desde hace milenios el cometa Halley se acerca a la Tierra cada 75 o 76 años y es visible durante varios días desde nuestro planeta. Lo que muchos no saben es que el escritor estadounidense Mark Twain nació en 1835 en el primer día de ese año que apareció el cometa Halley, pero más extraorinario es que Twain murió en 1910, también en el primer día de la aparición del cometa. De hecho, el escritor lo predijo. "El cometa viene el próximo año, y espero ir a la muerte con él”, declaró en 1909.

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