Este Niño Casi Pierde La Vista Con Este Juguete Que Probablemente Tienes En Casa
En ocasiones tenemos objetos muy peligrosos a los que no les ponemos la debida atención y los dejamos al alcance de los niños, es importante estar siempre al pendiente porque hasta lo que menos nos imaginamos puede resultar sumamente peligroso, y los accidentes suceden en segundos, y si esto nos sucede a los adultos, con mayor razón a los niños, no subestimes la importancia de las cosas y toma las precauciones necesarias para prevenir cualquier accidente, ya sea en la cocina, o en cualquier parte del hogar, presta más atención en donde guardas las sustancias de limpieza que por lo general son toxicas, te presentamos a continuación un caso en el que lamentablemente un niño tuvo un fuerte accidente:
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Un niño se quemó los ojos con un apuntador láser, probablemente tienes uno en tu casa, los apuntadores láser son muy peligrosos, el niño originario de Tasmania perdió un 75% de su visión jugando con un apuntador, los médicos del mundo alertan a todos los padres sobre los peligros de este dispositivo aparentemente inocente, el niño de 14 años estaba jugando con un láser apuntándose en los ojos, y dañó gravemente su visión, se dirigió inmediatamente hospital, perdió el 75% de su visión, sus ojos aún tienen quemaduras de láser, aunque el niño no siente ningún dolor, su visión está ahora muy dañada y en tratamiento, la parte central del ojo es la parte más dañada, lamentablemente es un daño irreversible.
Para los niños estos daños no solamente traen consecuencias físicas, también los daños psicológicos son muy graves, es recomendable que cuando sufran algún accidente fuerte acudan a terapia psicológica con un profesional, deben estar al pendiente de su conducta si cambio algo de su personalidad, y también mucho apoyo por parte de los padres para que el niño pueda salir adelante, los niños se vuelven inseguros, con miedo y en ocasiones les dan ataques de pánico, este tipo de ansiedades se deben tratar de inmediato para que el niño pueda manejar y controlar estos sentimientos, y que a la larga no traiga consecuencias más graves, lo más importante es que no pongas en riesgo tu vida ni la de tus niños.