¡Más asqueroso que el pelo en la sopa! No creerás lo que encontraron en el cuerpo de este tipo cuando le sacaron 60 vellos encarnados
Hoy vamos a hablar acerca de un tema de salud que a muchos puede resultarles incómodo, a otros asqueroso y a la mayoría incluso provocarle escalofríos. Se trata de los vellos encarnados o enterrados, una molestia que es más común de lo que podría pensarse.
Si acaso dudas de lo impactante, dolorosa y desgaradable que es esta condición, al final incluimos un video sobre lo que le sucedió a una persona que no se atendió a tiempo sus vellos encarnados.
Y la importancia de conocer sobre este asunto es que, si no se tienen los debidos cuidados, una situación que puede prevenirse o resolverse fácilmente, podría degenerar en un problema más grave, que hasta requiera de intervención quirúrgica y un tratamiento más prolongado.
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Los vellos enterrados no son otra cosa que vellos que por diversas causas se “doblan” al momento de su crecimiento y que entonces empieza a crecer por debajo de la piel, lo cual puede resultar doloroso y generar alguna infección.
Aunque esta problemática es más frecuente en personas que tienen el cabello rizado, lo cierto es que la mayoría de los seres humanos tendremos que lidiar en una o varias ocasiones durante nuestras vidas, sobre todo aquellos quienes se afeitan con regularidad, ya que esta es una causa de que los vellos se encarnen.
Consejos para prevenir y tratar los vellos encarnados
1. Evalúa el tipo de depilación que usarás. Algunos indican que la cera hace que los vellos se encarnen más fácilmente y otros afirman que eso ocurre al rasurar. En el caso de la cera, lo que hace es debilitar las raíces de los folículos capilares, por lo que el vello no tendrá la fuerza suficiente para crecer y atravesar la piel. Rasurarse también puede causar vellos enterrados por no quitarlos de raíz.
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2. Cuida tu piel. Cuando los folículos capilares están obstaculizados con grasa, células muertas, suciedad y gérmenes, es más difícil para los vellos crecer. Para ello, realiza una exfoliación semanal, limpiando e hidratando la piel a diario y utilizando productos no comedogénicos, los cuales no generan barros y espinillas, ya que evitan el “taponamiento” de los poros.
3. Aféitate correctamente. Si ese es el método de depilación elegido, prestar atención a los siguientes pasos: ablandar la piel con agua, jabón neutro o espuma de afeitar (la misma que utilizan los hombres), no te afeites en contra de la dirección del vello encarnado, realiza una leve presión durante el paso de la rasuradora y utiliza una máquina nueva cada vez (o bien la cambias cada dos o tres pasadas).
4. No utilices ropa ajustada. Esta hará que la piel esté apretada y no tenga la capacidad de “respirar”, y favorece que los vellos crezcan debajo de la dermis. Esto puede llegar a causar pelos encarnados. Sobre todo evita la ropa al cuerpo cuando recién termines de rasurarte o depilarte. A su vez, se aconseja utilizar ropa de algodón y no de otro material, principalmente los sintéticos.
5. Elimina gérmenes después de la depilación. Utiliza antisépticos naturales como es el aceite del árbol de té para prevenir infecciones. Ese mismo producto se puede usar unas horas antes de depilar.
6. Dilata los poros, utilizando agua caliente o un baño de vapor. También se pueden aplicar en las piernas una toalla mojada en caliente o con el secador de pelo. Así será más fácil “desprender” los vellos.
7. Evitar la misma cera varias veces si es que te depilas en tu casa. En los centros de estética y depilación lo que hacen es reutilizar la cera durante días o semanas. Por ello se aconseja el sistema “español” que se puede usar una única vez.
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